Se debe a la naturaleza aleatoria de las
mediciones, es decir, la dispersión. Sobre cualquier medida actúan las
magnitudes de influencia que intervienen directamente en las condiciones de la
medida, además del sistema de medida, instrumento, mensurando y operador.
Aunque controlemos todas las magnitudes de
influencia el instrumento no es perfecto y no responde siempre igual en las
medidas. Las imperfecciones de nuestros sentidos, los métodos inadecuados, los
patrones imperfectos, etc..
Para subsanar la naturaleza aleatoria de
las medidas lo que se realiza frecuentemente es repetir las medidas n veces,
sin embargo la tendencia a la máxima exactitud cuando no es necesaria es
también una equivocación porque se pierde tiempo y dinero, por muchas veces que
se mida una temperatura con un termómetro de los de casa jamás se conseguirá
una incertidumbre de centésima de grado. Depende del grado de definición del
mensurando y de la división de escala del instrumento de medida empleado. Por
eso repetir las medidas no siempre es la solución y la estimación de la
incertidumbre requiere de criterio y experiencia para saber cuándo es inútil
seguir realizando medidas. No se deben matar moscas a cañonazos. He comprobado en calibraciones realizadas in sitú en distintas organizaciones que tenían equipos de medida de calidad muy superior a sus necesidades reales, una inversión realizada mucho mayor a la necesaria, que también contribuye a que su calibración y mantenimiento sea más caro. También se ve la situación contraria. Para todos los casos se debe analizar las necesidades técnicas antes de elegir un equipo de medida, que hace aumentar los costes y peligra la viabilidad del negocio.
Los métodos estadísticos permiten estimar
la incertidumbre y ofrecen la posibilidad de deducir propiedades de una
población a partir de los datos que se presentan en una muestra. El tratamiento
estadístico correcto de las medidas permite obtener toda la información que
contienen, pero el metrólogo sesudo debe ser cauteloso contra el abuso de los
métodos estadísticos. Por eso es horroroso el abuso del aparato estadístico que
se presenta para ocultar medidas mediocres.
CONCLUSIÓN: Las medidas nunca permiten obtener
el verdadero valor de la magnitud que se mide y es inevitable que el resultado
de cualquier medida sea un número con un cierto grado de incertidumbre que es
esencial estimar con el grado de confianza que merezca.
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